La noche del 15 de septiembre se celebró el 200 aniversario de la independencia de México, si bien fue una bonita fiesta llena de luces y efectos especiales, (debo admitir que me gustó ver bailar a la catedral de la ciudad de México), creo que aun falta mucho como para realmente celebrar la independencia. Seguimos pasando por las mismas broncas de hace más de doscientos años.
Básicamente se reduce a falta de unidad, de buscar interéses comunes, y la existencia de grupos que anteponen sus interéses a todo lo demás, desde la época prehispánica con la lucha entre las distintas etnias, pasando por la conquista española, donde los pleitos entre indígenas y mestizos, mestizos vs criollos, criollos vs penínsulares, etc., después de la independencia los 200 años de lucha de los grupos que quieren el poder, llamense liberales vs conservadores, federalistas vd centralistas, revolucionarios vs porfirismo o más recientemente todos contra todos en nuestra podrida polaca.
Así que no ha cambiado mucho el panorama desde hace mucho tiempo, por cierto también se cumplen 100 años de una lucha llamada Revolución Mexicana que a fin de cuentas no aporto mucho al cambio de la situación, así que nos falta mucho para tener un buen motivo para festejar, y más por como esta la situación, al menos las celebraciones estuvieron bien, y hubo saldo blanco.
En fin, creo que esta vez aceptaré los festejos, porque no se porque algo me dice que no me tocará ver el festejo de cuando se cumplan 100 años más de independencia, eso sí aún no se si sería porque tendría 130 años de edad, o porque para entonces México sea un estado libre asociado de alguna potencia mundial.
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