Nueva lección.

Hace algunos días, fuimos a pasear con la familia el domingo, y andando en eso, decidimos llegar a comer a un restaurant de mariscos donde hacen buena la comida. Llegando, Xochilita se fue a los jueguitos a ver a  los demás niños, y una vez que agarró confianza quizo subirse a una resbaladilla, se me ocurrió ayudarla a subir, y ya no me dejó ir a sentar en un buen rato jeje. Pero cuando comenzamos a comer, una ves más comprendí hechos del pasado que de momento me parecían extraños.

Resulta que tiempo atrás, una tía nos invitaba a comer cada cierto tiempo, cuando preparaba su famoso (entre la familia), caldo "miche" (una especie de caldo de pescado), y pues nos reuniamos varios miembros de la familia a comer. En esas andanzas, varias veces escuché que le decían a mi tía si ella no pensaba comer, y respondía, "yo tengo con verlos comer agusto", como que nunca me cuadró esa frase, y menos siendo yo medio tragón, que alguien pudiera llegar a decir eso.

Regresando a nuestro paseo, comenzamos a comer y la niña traía buen apetito por tanto jugar, y comenzó a pedirnos de lo que comiamos nosotros, como lo que comía yo tenía menos condimentos que el de mis esposa, le di un pedacito de mi plato para que lo probara, se lo comió y me dijo "ma.." , le dio otro y que me vuelve a decir "ma.." y así estuvo hasta que se comió buena parte de mi plato, estabamos sorprendidos viendo como le empacaba la niña, mi esposa me comentó que si quería pedir otro plato para que no me fuera a quedar con hambre, pero estaba tan contento y embelesado de verla comer tan bien que le dije, ni hambre tengo, y sí, me comí lo que me dejó Xochilita pero no me quedé con apetito, quede bien. Poco después me acordé de mi tía y dije, mira si es cierto que te puedes llenar de ver comer a otros.

saludando a los fans :)

Bien, tuve una nueva lección en la escuela de la vida, y creo que aún faltan muchas por venir.