Hoy jueves 19 de septiembre se cumplen 28 años de una de las tragedias más fuertes que ha pasado en nuestro país. El jueves 19 de septiembre de 1985, al rededor de las 7:20 de la mañana, ocurrió un terremoto de 7.8° (según la versión oficial, aunque en algunos lados lo citan como de 8.1°), con movimientos combinados oscilatorios y trepidatorios, el epicentro fue las costas michoacanas, pero fue en la ciudad de México donde se presentaron los efectos más devastadores. Esto debido a la naturaleza inestable del suelo donde se ubica la ciudad , anteriormente fue un gran lago, e lago de Texcoco, así que ese suelo amplificaba el efecto del temblor.
Causo una gran cantidad de muertes, aunque en su momento el gobierno reconoció solo alrededor de 7,000 muertos, tras pasar el tiempo y salir al descubierto los datos que no se querían mostrar, se calcula que por lo menos fueron 10,000. Tras el derrumbe muchas estructuras cayeron, alrededor de 30,000, debido en parte a que el día 20 hubo una réplica de 7° que terminó por derribar muchas estructuras que habían quedado inestables, contribuyendo al número de víctimas ya que sepultaron a sobrevivientes y rescatistas que habían empezado a trabajar para salvar personas.
Este terremoto dejó muy claro lo inepto, corrupto e ineficaz que era el gobierno para atender estos casos. No se reconoció oficialmente la magnitud del desastre sino hasta tres días después, Miguel de la Madrid censuró el número oficial de víctimas y se rechazaron los primeros intentos de envío de ayuda internacional, se llegó al grado de denegarle el aterrizaje a un avión que se había enviado de ayuda internacional. Cuando ya no se pudo contener más la tragedia la respuesta del gobierno fue lenta y pequeña (Algo parecido pasó con Nueva Órleans hace algunos años y eso que se supone es el primer mundo, y también en Colombia ese mismo año, 1985, con la erupción de un volcán que arrasó un pueblo).
Tras pasar el desastre se dió a conocer que muchos de los edificios que colapsaron lo hicieron debido a que no se construyeron ni con los materiales ni con los estándares de calidad necesarios para el tipo de suelo del DF. Como siempre no hubo culpables a pesar de que se identificaron responsables y se mandó todo al olvido. El colmo fue que incluso algunos funcionarios se quedaban o comerciaban con la ayuda que se enviaba.
A pesar de las alimañas que estaban en el gobierno, un hecho que vale más la pena recordar es la gran colaboración de la gente de a pie tuvo con esto. Ante la nula respuesta del gobierno, desde el primer día muchas brigadas de voluntarios empezaron a prestar su ayuda, sin herramientas ni equipo adecuado, muchas veces solo con las manos para buscar sobrevivientes y remover escombros. Se estima que se lograron rescatar con vida alrededor de 4000 personas, quien sabe cuantas de estas no lo hubieran logrado sin la pronta respuestas del pueblo ya que pasó al menos 1 días más en llegar la ayuda internacional más bien, en dejarla trabajar. Algunas personas lograron sobrevivir hasta 10 días entre los escombros.
Hubo un hecho muy conmovedor que afortunadamente tuvo un final feliz. Tras siete días del derrumbe en los escombros del hospital Juárez, se encontraron con vida a 3 bebés recién nacidos que tras todo pronóstico resultaron ilesos, y al día de hoy jóvenes de 28 años se convirtieron en el símbolo de esperanza durante los días de rescate y etapas de reconstrucción de una ciudad que quedó destruida en muchas partes.
También aunque tristemente por lo dura que fue, la ciudad de México aprendió la lección y desde entonces la cultura sísmica ha tomado un papel muy importante en la vida diaria de esta gran urbe, tan es así que hace unos días que se registró un terremoto en la ciudad, la alarma antisismos que monitorea el sistema de alerta sísmica, instaurado después del temblor del 85 se accionó en tiempo y forma (cerca de 1 minuto antes) de que el movimiento llegará a la ciudad, dando tiempo a evacuaciones pertinentes, por cierto afortunadamente no hubo ningún hecho que lamentar.
Aunque lo más fuerte y terrible fue en el DF, en Michoacán, Jalisco, Guerrero, los estados cercanos al epicentro del temblor también registraron pérdidas humanas y derrumbes, aunque muy lejos de la magnitud de la capital del país. El efecto más cercano a donde vivo se dió en un poblado vecino, donde se cayó la torre de la iglesia local. Personalmente, yo solo tengo vagas imágenes y recuerdos, tenía yo 5 años entonces y solo recuerdo sentir un repentino jalón de mi cama, estaba yo dormido y sentir como mi papá me abrazaba muy fuerte, mi mamá traía a mi hermano y es la primera vez que recuerdo ver a mis padres tan asustados.
Fue un día muy doloroso para el país, sin embargo sacó lo mejor de un pueblo, quien sabe haga falta algo parecido para sacar a México del letargo y retroceso en el que se encuentra en estos días. Por lo pronto un recuerdo para las víctimas, sobrevivientes y héroes de los terribles días que se sucedieron hace 28 años.
Dejo un video donde se hace mención a los niños milagros, los que le devolvieron la vida a una ciudad en estado de shock.
Tenía alguna noción de que el terremoto de Ciudad de México había sido dantesco, en particular por la geología subterránea de la ciudad, pero no conocía los detalles. En cuanto al gobierno de setenta años del PRI, alguien lo llamó la "dictadura perfecta" por un motivo, ¿no? Saludos.
ResponderEliminarSi, bajo una fachada de falsa democracia y valiendose de un sofisticado sistema de corrupción, manipulación y una muy bien disimulada opresión, el PRI solo perdió el paso cuando internamente se dividieron y rompieron su sistema autoimpuesto, lo malo que parece que viene la versión 2.0
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