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lunes, 27 de julio de 2015

Érase que se era... I

Al igual que muchos otros padres en el mundo, he añadido una más a mis compentencias (aprovechando que está de moda esta palabra en el ambiente laboral), la de cuenta cuentos, desde hace un par de años al menos, mi hija continuamente me pide que le narre alguna historia antes de dormir, cosa que he descubierto es un buen ejercicio mental ya que de repente te hace revolver todo el cerebro en busca de alguna idea. Algo que me ha sorprendido gratamente es que algunas de estas historias básicamente las creamos entre los dos, ya que en ocasiones, empiezo yo con un hilo básico de la historia, y ella "sugiere" (sin opción a decir que no ni cambiar la sugerencia), por que rumbos seguirá la trama, llevándola en más de alguna ocasión a un final muy distinto al que me había imaginado en un principio.

 Durante el paso del tiempo han surgido distintas vetas para las historias y contrariamente a lo que se pudiera pensar, no son las clásicas que una niña de 5 años pudiera pedir, ya que como he comentando en alguna ocasión, los gustos de mi hija no son los típicos que uno pudiera pensar, aunque si llega a pedir las típicas historias de princesas, hadas, etc., ella es más del tipo acción y aventura y en tiempos recientes, le gusta que le cuente historias de fantasmas.

Lo que pretendo es dejar constancia de algunos de los cuentos más "especiales", digamos que cuando le gusta alguno de los que le cuento en particular, me hace que se lo cuente varias veces, y no me permite actualizaciones ni reacomodos, luego luego me regaña y me dice, así no era; espero con esto, en el futuro pueda ver la clase de historias que me pedía le contara. Trataré de dejar constancia de los casos que fueron ocurrencias mías que no fueron adaptaciones ni inspiraciones de alguna caricatura o programa que estuvo viendo, que varias veces me hicieron el paro cuando estaba seco de ideas.

Inaugurando la sección, dejo uno de reciente creación, de tema de fantasmas, según recuerdo en el xochilómetro llegó a marcar al menos unas 10 veces que se lo conté, cabe mencionar que lo pienso escribir respetando la forma en como se lo conté a ella, tratando de que sea lo más fiel a como se los narro, digamos será una protohistoria que tendrá muchos defectos, pero quiero que conserve el estilo que puede dejar el tener que idear sobre la marcha un cuento completo, tratando de generar interés en una inquieta niña, siendo cerca de las 11 de la noche, en fin, muchos padres entenderán lo que esto implica, así que pa luego es tarde, que esta es una de la razones de existir de este blog. Estas historias no tienen título cuando se las relato a la niña, pero para fines de registro, les pondré uno inventado sobre la marcha (para no variar). Comenzamos.

Ayuda inesperada.

Había una vez dos muchachos que  vivían cerca de un panteón, los muchachos iban a la escuela y trabajan por ratos cuando salían de clases. Sus amigos les decian si no les daba miedo vivir cerca del panteón por los fantasmas, pero ellos decían que no y que no habían visto nunca uno.

Una vez que iban caminando muy rápido a su casa porque se les había hecho muy noche en el trabajo, por llevar tanta prisa y venir platicando y no fijarse, se iban a cruzar la calle de la esquina del panteón cuando el semáforo se había puesto en verde para que pasaran los coches, se bajaron de la banqueta y ya mero los atropellaba un coche, pero en eso oyeron un grito de alguien que les decía -¡cuidado!-,rápido voltearon a ver quien era y alcanzaron a ver a los coches, y se regresaron rápido a la banqueta, alcanzaron a ver a una muchacha, la saludaron y le dijeron -¡gracias!- y medio asustados porque casi los atropellaban se fueron a su casa.

Cuando llegaron uno de los muchachos le dijo a su compañero,-que bueno que esa muchacha nos aviso, o nos pudieron atropellar -, el otro le dijo -sí, pero que raro, solamente estaba ella sola en toda la cuadra, quien sabe que andaría haciendo solita a estas horas-. Ya se acostaron a dormir y pasaron muchos días, y a veces que se les hacía tarde, cerca de la esquina donde casi los atropellaban veían pasar a la muchacha a lo lejos y la saludaban.

Entonces, uno de esos días, uno de los muchachos le contó a sus compañeros la vez que casi los atropellaban, y uno de ellos le dijo, - casi les pasa lo que le pasó a una muchacha hace unos años también en esa esquina- , y otro de sus amigos le dijo, - ¿no será la misma muchacha la que les avisó?, el muchacho le dijo - no creo, no existen los fantamas-, y así pasaron otros días, pero al muchacho le quedó el gusanito de quien sería la muchacha que habían atropellado.

Un día, llegó a la casa y entró con los ojos bien pelados, y con la cara de asustado, su amigo le dijo, -que te pasa- , que le da un periódico que traía en la mano y le dijo -mira esta noticia-. Su amigo vió el periódico donde venía una noticia de que habían atropellado a una muchacha y se había muerto, el periódico era viejo, cuando le iba a regresar el periódico le dijo, -ya viste la foto que trae de la muchacha que se murió-, cuando el muchacho la vió, también peló los ojotes y dijo, -es, es ,es-, y los dos se abrazaron del susto. Cuando se les pasó, dijeron, -no puede ser, vamos a ver si en el panteón estuviera una tumba con este nombre.

Al otro día fueron al panteón, y estuvieron buscando una tumba con el nombre  del de la muchacha que salió en el periódico, tardaron mucho rato, pero encontraron una y cuando se le acercaron, vieron que si tenía el día en que habían atropellado a la muchacha, y dijeron , -¿será esta?- de repente uno de los muchachos que voltea y en un árbol que estaba cerca, vió recargada a la muchacha que les había ayudado, se asustó y le dijó a su amigo, -mira, allá está la muchacha-, los dos estaban asustados, porque la muchacha empezó a caminar hacia ellos y les dijo, -no se asusten, yo soy buena y si es mi tumba esta, gracias que vinieron-, los muchachos todavía tenían miedo pero le dijeron, -¿por qué nos ayudaste el otro día?, gracias-, y la muchacha les dijo, - no quería que les pasara lo mismo que a mí, no me fije al cruzar la calle-.  A los muchachos ya no les dió miedo, y desde entonces, cada que podían le llevaban flores a la tumba.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

(Generalmente así le digo cuando ya quiero dar por terminado el cuento, ya más dormido que despierto, generalmente acepta y ya se acuesta a dormir, en otras soy víctima de mi propio éxito porque me pide otro porque le gustó el que le acabé de contar, en esos casos, casi voy en automático es un mini cuento y ni se muy bien que le cuento jeje, una vez me paso un detalle curioso que a lo mejor contaré en la siguiente historia).





4 comentarios:

  1. El acto de contar historias es uno de los más sagrados que tenemos como humanidad (particularmente por algo enseño literatura. pues la amo, así como a todo medio que te permite compartir con otros una buena narración). Lo que haces con tu hijita es algo muy bello, que la ,marcará positivamente de por vida y yo lo hago con mi sobrinito regalón Amilcar. Me gustó tu cuento y si lo pulieras más en la redacción, sería mejor aún. Por cierto, sé de una películas animadas mexicanas que un amigo me ha recomendado harto, basadas en personajes del folclor azteca ¿Las ubicas?

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    1. Hola Elwin, que bueno que te gustó la entrada, y como comenté en la entrada, la idea es dejar la historia lo más fiel a como se la cuento a ella, en el momento, a las 11 de la noche cayéndome de sueño yo, se que tiene mucho que pulir, pero no es la idea el dejar un cuento escrito y preparado a un lector, sino dejar la historia que justo le cuento a mi hija, tal vez más delante si rescate y les de forma decente a estas historias.

      De las películas que dices, si se de algunas, en ellas participa la empresa Ánima , la que hace la caricatura del chavo del 8, y sí, tratan temas de leyendas y costumbres de México, no se cuantas existan en total, yo se de 3 al menos, si tienes Netflix, allí encontrarás un par de ellas.

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  2. No son pocas las obras literarias que han comenzado de esa manera, como cuentos que se le cuentan a los niños. Alicia en el País de las Maravillas, sin ir demasiado lejos.

    Y no me extraña que le gusten los cuentos de fantasmas. Los niños son bastante menos pusilánimes de lo que solemos creer, quizás olvidándonos de que nosotros mismos fuimos niños alguna vez, y tanto miedo no nos daba...

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    1. Muy cierto, en ambos puntos, creo que el hobbit también así empezó, y mi niña le gusta todo lo que tenga algo de aventura.

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