Manga o anime

Provenientes de Japón ambos y generalmente los encuentras de la mano, estas dos formas de entretenimiento que han calado hondo en occidente, son tema para una plática (o entrada) extensa y aprovecharé esta ocasión para hacerlo.

Manga es el nombre con el que generalmente denominamos a los cómics o historietas que se producen en Japón, dependiendo que tan exigente se ponga uno, sus orígenes se remontan a principios del siglo XX o incluso antes, el manga moderno se puede decir que se estableció en la década de los 40’s, de la mano de Osamu Tesuka, creador de los clásicos Astro boy y La princesa caballero, actualmente el manga es conocido en casi todo el mundo.

El anime se puede remontar a los primeros cortometrajes de animación japoneses de la década de 1910, con una animación más limitada que las producciones americanas, así el anime moderno surgió en la década de los 60s como no podía ser de otra forma con la participación de Osamu Tesuka, ya que el primer anime es el de su obra Astro boy. Al igual que con el manga, se internacionalizó incluso antes.

Tras esta breve introducción trataré algunos puntos acerca de la relación entre estos dos medios. Primero que nada, ambos manejan cifras millonarias en su país de origen y la competencia por sobresalir es despiadada y feroz,ignorantes hasta hace relativamente poco tiempo de este hecho de este lado del charco, muchas obras en ambos medios mueren antes de tiempo ya que el negocio manda y aunque el trabajo sea de calidad si no vende, se cancela. Tristemente esto ha llevado en los últimos años a que la paja aumente mucho y las obras de calidad sean dificiles de encontrar.

Muchos de los animes se crean como adaptaciones de los mangas, otros de alguna novela y otros son obras originales, en este último caso llega a ocurrir el proceso inverso, se crea un manga basado en el anime. En mi niñez conocí ejemplos de cada uno de esos casos, Mazinger Z adaptado de un manga, Robotech, que para mantenerlo simple, es obra original, y Las aventuras de Tom Sawyer, adaptación de una novela.

Ahora, ¿qué es mejor, la obra escrita o la animada, en el caso de adaptaciones de un manga? En mi humilde opinión ,lo ideal sería poder conocer ambas versiones, pero como no siempre es posible, expondré algunas particularidades de cada una de las partes.

El manga por lo general permite mayor libertad de expresión al autor, sobre todo en estos días modernos en los que el anime desde que se produce en muchas ocasiones ya nace maniatado en algunos aspectos de censura ya que debe de poder venderse a la mayor cantidad de público posible, esto anteriormente no era tan remarcable.

El anime permite representar de mejor manera ciertos elementos y escenas que la limitación del papel impone al manga, aunque irónicamente, en ocasiones, el manga muestra dibujos mucho más detallados y mejor definidos. En ocasiones las limitaciones del manga crean un rasgo característico de un personaje, como el color del pelo de los super saiyajins.

Generalmente, cuando un manga está de moda, es cuando se le produce su anime, esto trae ciertos aspectos que pueden convertirse en un lastre, a veces  mortal para la animación. Primero, un capítulo de anime abarca entre 2 y 3 capítulos de la obra impresa generalmente, ambos se producen 1 a la semana, aunque en ocasiones en el caso de los mangas, incluso más tiempo, por lo que inevitablemente llegará el momento en el que la animación alcanzará en el avance de la historia a la obra impresa.

Al darse esta situación o estar muy cerca de ella, en los animes implementan lo que llaman, capítulos de relleno, que básicamente muestran hechos y aventuras que no ocurren en la obra original, para dar tiempo a que el manga avance, el problema es que estos capítulos aparte de no ofrecer nada realmente a la historia principal, en muchas ocasiones no tienen la calidad de los de la obra original, lo que puede hacer que la audiencia baje.

En otras ocasiones, de plano se van por las ramas y  se alejan de la obra original, inventando sus propias historias y desenlaces de los arcos argumentales, lo que también provoca desagrado en el público, afectando los ratings. En otras ocasiones, simple mala suerte, el anime no se afianza en el gusto del público aunque haga las cosas bien.

Puede ocurrir que tanto manga como anime llegaron a buen puerto y ambos concluyeron su historia, pero los estudios de animación no quieren soltar la minita de oro de la serie y generan nuevas historias con o sin el consentimiento del autor original, lo que no siempre tiene buenos resultados.

Todos estos puntos generalmente llevan a la cancelación de las series, lo que deja historias incompletas, o finales inventados para poder dar un finiquito a la historia, dejando inconforme y con muchas dudas al espectador, y como la única forma de conocer el desenlace original tratar de buscar el manga en el cual se basa.

                                    

Últimamente se ha implementado la modalidad de temporadas en los animes, donde se adaptan hasta cierta parte de la historia, y si los resultados son satisfactorios (porque ya todo es negocio), se anima otra parte de la historia, parece que está dando resultado y tal vez sea el formato a seguir en el futuro.

Ahora el manga permite experiencias más íntimas, al ser una obra impresa, es personal, el anime permite experiencias colectivas, para verse con amigos y compartir, así que ambos formatos son recomendables, y existen muy buenas obras en ambos medios, aunque hay una abrumadora cantidad de material hoy en día, con ayuda del internet es posible encontrar recomendaciones y guías para poder conocer las mejores opciones.