Este es un dicho que muchos de nosotros escuchamos decir a nuestras abuelas cuando nos sorprendían queriendo hacer más de una cosa a la vez y en especial si eran cosas contradictorias (como hacer la tarea viendo la tele), me acordé del dicho porque recientemente en un plática familiar donde el tema eran las tradiciones navideñas, salió a relucir que ya los aguinaldos y las piñatas no contienen lo que tradicionalmente tenían, y entre otras cosas, tenían unas bolsitas con pinole.
Pero, ¿qué es el pinole? Es parte de la cultura de varios países en latinoamérica, y aunque varía un poco de región en región, básicamente se trata de una harina endulzada, la cual se puede comer sola, o se puede preparar una bebida a la que también se le conoce como pinole. Esta harina se hace tostando y moliendo maíz mezclado con piloncillo, un endulzante a base del jugo de la caña de azúcar, (o azúcar en polvo en estos tiempos más modernos) y canela (aunque la receta más antigua no llevaba endulzante).
Se acostumbraba comer este polvo como golosina por su sabor dulce, (en mis tiempos eran los "chocomilitos"), de allí el origen del dicho, cabe mencionar que este polvo tiene un gran valor energético, y como una anécdota curiosa, en las olimpíadas de México 68, parte del equipo de atletismo de fondo, tenía integrantes indígenas de la zona Tarahumara, los cuales acostumbraban, re energizarse con un poco de pinole, cosa que llamó mucho la atención de varios de los países visitantes.
En fin, el pinole es parte de las tradiciones decembrinas, mexicanas y latinoamericanas.
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