Letras del mal

El entretenimiento es una de las necesidades psicológicas del ser humano, pero como suele pasar en este mundo cruel y capitalista, todo termina por convertirse en negocio, así, el entretenimiento "moderno" por así decirlo, ( llámese cine, televisión, música, videojuegos, libros, etc.), es en la actualidad todo un negocio,  Y como suele pasar, cuando algo se vuelve un negocio donde todo mundo manosea y quiere tajada, la calidad y el contenido que se ofrece pasa a segundo término. Se inventan modalidades y "códigos" que aunque en teoría suenan bien, en la práctica solo joroban al usuario y es una excusa para sacar más dinero por el camino fácil, comprometiendo muchas veces la calidad de lo que el consumidor se lleva.

Estos "inventos" (que luego se vuelven engendros de los círculos más profundos del infierno dantesco), suelen mencionarse con nomenclaturas o abreviaciones con letras y número, que el usuario termina identificando como las letras del mal,  se presentan como novedosas modalidades en algunos casos, o como códigos de control de calidad en otros, pero al final se tuercen y complican de más la vida, a continuación comentaré algunos que recuerdo y a que medios de entretenimiento están ligados.

DLC. Acrónimo de DownLoable Content o contenido descargable en Español. Aplica básicamente en los videojuegos. La premisa tomó forma en la séptima generación de consolas, que fue cuando el internet pasó a formar parte de la infraestructura de estas consolas y dejó de ser esa novedad interesante de la 6a. generación. La idea era que gracias a la conexión a internet, sería posible agregar más contenido al juego una vez que este ya esté en las tiendas. Sonaba interesante, y para los que ya teníamos experiencia con los juegos en PC, donde ya tenía tiempo haciéndose esto, no en formato descargable, sino en formato físico, conocidos como expansion packs, era algo deseable también para las consolas.

Tristemente conforme más éxito iba teniendo esta modalidad, más mezquinas se iban haciendo las compañías. Se entiendía que un DLC era algo que le iba a aportar cosas nuevas a los juegos, algunas desarrolladoras si lo hicieron, pero luego, comenzó el horror, te vendían como DLC accesorios cosméticos (que antes se incluían en el juego desde el principio), más de lo mismo como mapas extras o cosas que no aportaban mucho al juego, hay casos de juegos que no están completos hasta que compras algún DLC, incluso, los famosos cheats codes hubo cierta compañía que empieza por CAP y termina por COM que se atrevió a venderlos como DLC. Siguiendo con esto, se ha puesto de moda que los dichosos DLC ya vienen dentro del juego que compras originalmente, cuando se supone compras estos añadidos ya solo descargas un pequeño fragmento de código que libera el acceso a esas partes del juego, en fin. esto no ha tocado fondo aún.

PG-13. Estas siglas como tal no son malas, pero como dije, el hombre tiende a corromper todo lo que toca. Estas  siglas tienen como fin dar una clasificación para las películas principalmente, esta clasificación marca a una cinta apta para mayores de 13 años. Lo que se ha vuelto malo con estas letras, es que actualmente en Hollywood principalmente, ya todo debe ser negocio, y para poder captar mayores ingresos, apuntan a que sus películas cumplan esta clasificación para que puedan ser vistas por muchas más personas. 

Este detalle no tendría tanta repercusión si desde el principio se generara material pensado y diseñado para esta clasificación, el problema surge cuando se les ocurre sacar películas que son continuaciones o que están basadas en material que es de una clasificación mayor, lo que trae como resultado peliculas desabridas, descafeinadas y asépticas, que para quienes hemos visto o conocemos el material precedente, le quita la gracia y el sabor. Algunos ejemplos son las recientes películas de Robocop, Total Recall, o Duro de Matar. 

DRM. Lo peor que puede pasar es cuando una víctima se vuelve victimario. Bajo la bandera de autodefensa contra la piratería, muchas compañías distribuidoras y productoras de medios de entretenimiento en general, han adoptado medidas para el manejo de derechos digitales (de allí las siglas), con el fin de evitar que se reproduzca ilegalmente sus productos. Lo malo de esto, y siguiendo con los dichos, es que pagan justos por pecadores, ya que estas medidas generan muchas molestias a los usuarios que compran los productos originales, y realmente no han impedido la generación de productos piratas.

Algunas de estas medidas van desde no dejar reproducir un disco óptico (llámese CD, DVD o Blue Ray) en una computadora sin que se instale un programa explicito que viene en el disco y que en ocasiones han dejado vulnerable a los equipos, candados anticopias que no dejan que se reproduzca el disco si el lector tiene funciones de grabación, obligar a registrar tu copia del producto en línea antes de poder usarlo, limitar el número de equipos en que se puede reproducir, y en el caso de los juegos de video, te obligan a estar conectado a internet durante toda la sesión del juego.

 Bien, estas son algunas de las siglas que durante lo que va del siglo XXI han provocado terror en mucha gente alrededor del mundo, hay más, pero por hoy es suficiente.