La que me espera...

En estos días, experimenté en "carne propia", lo que ya he repetido varias veces por aquí, que mi niña tiene una gran inteligencia, y creo que lo diré m´s veces, al cabo es su blog. Estas situaciones me hicieron que pensara la frase que titula la entrada, y pronto se verá el porque.

Resulta que un día de la semana pasada, el viernes creo, tuve que trabajar hasta tarde, por lo que avisé a la casa para que no me esperaran a cenar, solo por no dejar, le dije a mi esposa que me pasara a Xóchitl para platicar un poco con ella, digo, por no dejar ya que no es amante de las conversaciones telefónicas y nunca hila más de unas cuantas frases y se retira a seguir en su mundo, dejando muchas veces a su interlocutor hablando solo. Así que lo intenté y cuando su mamá le decía que le llamaba, alcance a escuchar que le decía, dile a mi papi que me salí a jugar, ya de plano ni la lucha le hizo por hablarme, no hay derecho ya anda viendo como safarse de compromisos incómodos.

Después, el fin de semana, se estuvo entreteniendo un buen rato dibujando, le gusta mucho por cierto, y tras terminar uno de sus dibujos, corrió a enseñarselos a su mamá, había dibujado a las dos, entre algunos arbolitos y con corazones, que le gusta ponerlos cuando dibuja a su mamá, en esta ocasión no me dibujo a mí. Curioso para ver que me respondía, le pregunté que porque no me había dibujado, se quedó en silencio unos momentos y tras pensarlo un poco, respondió muy quitada de la pena, hay papi (así acostumbra exclamar cuando se le pregunta algo muy obvio según su criterio), que no ves que ya te habías ido a trabajar, por eso no estas en el dibujo, y pues ante esa respuesta, ya no tenía mucho que objetar, ya nomás le dije, a pos si es cierto, y ella siguió jugando.

Ahora si, haciendo alución al título de la entrada, si con estas cosas me sale ahorita que tiene 5 años, que me espera cuando ya este grande, en fin, esa es mi hijita, y la quiero mucho.