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jueves, 9 de octubre de 2014

Museo II...

Durante un par de años fui maestro, y a la hora de revisar los trabajos, tenía que soportar las "ocurrencias" de los alumnos con el tipo de letra que escogían para los documentos, donde muchos dejaban volar su "buen gusto" con tipos de letras casi ilegibles en el peor de los casos, y no solo yo todos los maestros del mundo padecen de lo mismo. Lo que me llevó a mí, y supongo que  es norma universal, a delimitar estrictamente los tipos de letra que se permitían en los trabajos.
¿Pero qué es esto?

Pero existió una época previa a este caos, donde todos los trabajos escolares mantenían un armonioso orden, dado por las máquinas de escribir y su única tipografía, a menos que fuera máquina eléctrica, pero eran los menos, y aún así solo se tenían unos pocos tipos para elegir. En esta época prehistórica, si se quería usar tipos de letras distintos, se tenía que recurrir al ingenio, a un lápiz o un objeto con punta no cortante  y a unas planillas las cuales tenían letras impresas en varios estilos y tamaños, estas letras tenían un adhesivo que al frotarlas con el lápiz o el objeto con punta, el calor producido por la fricción lo activaba y la letra se pegaba en la hoja, si, lo se, suena primitivo para esta época, pero muy efectivo. Esta era la forma en como a los trabajos se les podía poner letras diferentes en los trabajos y como los diseñadores creaban los originales de los documentos que iban a imprenta. 
Un diseñador trabajando con estas plantillas
Este adhesivo es una evolución de uno que se activa a base de agua, yo llegué a usar ese tipo de adhesivos mojados con los famosos tatuajes temporales, para beneplácito de los chiquillos y enfado de las madres, también se usa adhesivo de calor en la impresión de camisetas todavía. Incluso no solo se empleaban planillas con letras, también con dibujos de distintas clases para facilitarle el trabajo a los diseñadores. Es posible que más de uno se acordará de aquellas revistas de "vive tu propia aventura" donde venían páginas con solo los escenarios de fondo y algunas plantillas con personajes populares en distintas poses, para "rascar y pegar" y así hicieras tu propia historieta.

Volviendo al tema, estas planillas de letras tenían varios nombres, yo los conocía como transfers, otros por el nombre de la compañía que los fabricaba, mecanorma era la más común. La unidad básica de medida, por llamarla de algún modo, era una planilla como tal, la cual era aproximadamente de tamaño carta y tenía una colección completa del alfabeto impreso en algún tipo de letra en particular, la planilla traía varias copias de cada letra, números y algunos caracteres especiales en ciertos casos y uno las podía comprar en las papelerías; pero para los que no eran estudiantes (o al menos no de los pobretones) sino ya profesionistas, existía el compendio completo, que traían varias planillas con varios tipos de letras, lo que daba un gran abanico para diseñadores gráficos y publicistas. 

No solo había letras

Los orígenes de estas letras se remontan a finales de la década de los 50's en Inglaterra, cuando una compañía llamada Letraset sacó al mercado las primeras líneas de planillas con letras transferibles, en un principio el adhesivo era "húmedo", pero pronto salió la variante en seco en 1961, y desde entonces se extendió por todo el mundo el uso de estas planilla de letras, surgiendo muchos fabricante a su paso, siendo Mecanorma de los más conocidos por estos lados. Por cierto, hablando de diseño gráfico, Letraset también es la creadora de la gama de color Pantone.
Un set de planillas de Mecanorma

Con la llegada de la era digital, estas planillas comenzaron a caer en desuso, sin embargo, aún se ven por allí, y se podría decir, se digitalizaron, ya que todos estos juegos de letras pasaron a vivir dentro de la computadora, como archivos digitales, las famosas fonts que usan los procesadores de texto, así que si tu procesador de texto no trae esa fuente extra gariboleada que tanto te gusta porque hace enojar al maestro, solo hay que conseguir el archivo donde viene mapeada, y cargarlo en la computadora y listo.

Bien, así termina esta visita al museo por el día de hoy, gracias por su compañía, y vuelva pronto.


6 comentarios:

  1. ¡Los mecanorma! ¡Cuántos recuerdos! Por el breve tiempo de lectura, volví en el tiempo a la época en que era un esforzado faneditor publicando mi fanzine para que me leyeran apenas unas quince o veinte personas, en la era anterior a los blogs en que me leen... quince o veinte personas, más o menos. Pero has conseguido que se me caiga una lagrimita de emoción, así es que gracias mil, y saludos.

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    1. Jeje, al cliente lo que pida, viendo tu comentario de la anterior entrada del museo, pues aqui esta, me agrada que te haya gustado, yo en lo personal no los usé tanto por dos motivos, no es por hacerme el jovenazo, pero cuando comenzaron a dejar de usarse yo apenas estaba en secundaria (12 o 13 años), y segundo, eran algo caras para la economía familiar, no me podía dar el lujo de comprarlas. Aún así eran una gran herramienta.

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  2. ¡Por fin tengo el gusto de volver a leerte y lo hago haciendo este viaje en el tiempo contigo! La verdad es que no recuerdo estas letras pegables, pero sí lo de las imágenes que me divertían mucho. Saludos desde Chile.

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    1. Gracias por el comentario Elwin, yo si tuve algun trato con estas, pero mas en el sentido de curiosidad que de darles un uso real, de las imagenes si llegué a tener uno o dos de esos ejemplares de pegar los monitos.

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  3. Necesito conseguir esas plantillas para mi trabajo. Dónde las puedo encontrar??!!!!

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    1. Hola que tal, pues en alguna papeleria especializada o tienda donde venden cosas de manualidades puede ser, o las puedes buscar en sitios de venta en linea.

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