Águilas aztecas

La segunda guerra mundial. Uno de los conflictos armados más cruentos del siglo XX. Fue también la última guerra "romántica", en la que se luchaba por ideales puros (el eje también lo hacía, solo que bajo una óptica retorcida). Tras esta guerra, todas las sucedáneas ya eran descaradamente abiertas en el aspecto que solo perseguían  el poder. También dejó su legado ya que el gran avance científico que tuvo la segunda mitad del siglo XX fue en buena parte debido a este conflicto, y dejó otro legado más oscuro, uno que  aún mantiene nervioso al mundo, las armas nucleares.

                                   Emblema usado en la segunda guerra

Esta guerra devastó a casi toda Europa, tuvo batallas en África, Asia y también golpeó a  Japón de una forma horrenda. América se mantuvo intacta en ese aspecto, ya que no se peleo aquí (vuelvo a recordar América no es solo Estados Unidos, abarca desde el polo norte, hasta el polo sur). Sin embargo de América salió uno de los principales protagonistas, (ahora si Estados Unidos), aunque no fue el único país de América que participó en la guerra. Casi toda América latina participó aunque sea de forma pequeña, ya sea aprovisionando a los aliados, defendiendo sus fronteras, o en el caso de México, Brasil y aunque no oficialmente, Argentina, participando directamente en la guerra, de los tres, el más activo fue Brasil.

De parte de Argentina, un escuadrón de pilotos voluntarios prestaron ayuda a la RAF británica en la defensa de Gran Bretaña, además tuvieron participación en el día D. Fueron voluntarios ya que el gobierno argentino se mantuvo neutral hasta casi el final de la guerra, así que oficialmente estos pilotos no tenían el respaldo de Argentina.

                                                                

Brasil, que fue el que más participó envió un escuadrón aéreo, los Senta a Púa, también mandó una división de infantería, identificada por su insignia de la cobra fumando,  ya que en Brasil decían que era más fácil que una cobra fumara que el país participara en una guerra, los cariocas vieron acción tanto por tierra como por aire en Italia.

México por su parte envío a un escuadrón aéreo, el escuadrón aéreo de pelea 201, y de los 3 países, fue el que menos actividad tuvo, ya que entro en operaciones en 1945 y su participación fue frenada de manera abrupta por el desenlace que tuvo la guerra. El escuadrón 201 también es conocido como las águilas aztecas y su campo de operaciones fue la guerra del pacífico contra Japón.

                Esquema básico de colores que usaban los aviones  del escuadrón

Todo comenzó con el ataque de Japón a Pearl Harbor, con este ataque E.U. entró de lleno a la segunda guerra mundial. Inmediatamente, avorazado y autoritario como de costumbre, exigió a los demás países de América participar en la guerra. Esta insistencia fue especialmente fuerte con México (bien dice el dicho, pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de E.U.), por lo que el presidente de entonces, Manuel Ávila Camacho, aceptó algunas de las peticiones de EU como eran suministrarles provisiones, además de organizar una defensa militar de las costas del país, que era el principal temor de los gringos, ya que México era un muy buen punto para ingresar a atacar a EU tanto por el Atlántico como por el Pacífico. Claro, para poder equiparse adecuadamente EU ofreció amablemente prestar al país el capital necesario, lo que fue el inicio de la deuda eterna.

                                              El escuadrón en acción

No contentos con esto, se siguió presionando para que la participación de México fuera mayor militarmente hablando, lo que puso en aprietos al gobierno ya que la posición de la población era abiertamente contraria a la participación militar del país, ya que siempre se ha seguido una política de abstinencia en los conflictos internacionales. Pero ante la presión gringa, se estaba pensando en enviar un pequeño destacamento que para que pudiera tener cierta presencia en el conflicto se decidió que fuera un escuadrón aéreo ya que aún siendo pocas personas pueden tener cierta notoriedad en la batalla. En estos estira y afloja se encontraba la situación cuando en 1942 varios barcos petroleros mexicanos fueron hundidos por submarinos alemanes (existe la especulación de si realmente fueron hundidos por alemanes o fue el mismo EU quien lo hizo para dar el empujón final para que México entrara, pero parece ser que si fueron los alemanes) por lo que ahora sí, tras ser ignoradas la protestas diplomáticas por parte de los países del eje, México les declara la guerra oficialmente ese mismo año al eje.

Se concretaron los planes que se tenían de enviar el escuadrón aéreo por lo que alrededor de 300 personas fueron enviadas a entrenarse a EU para la aviación militar en julio de 1944. El resto del año y principios del siguiente, el escuadrón estuvo en instrucción, y a pesar de lo que muchos pudieran pensar, el escuadrón tuvo un excelente desempeño, ya que solo tuvo 5 bajas en los pilotos 2 mortales y 3 rechazos, además de completar el entrenamiento en 9 meses, cuando normalmente duraba un año completo, teniendo además muy buenos comentarios de parte de los instructores. Un detalle curioso, es que a pesar de la imagen machista que se tiene de México, el escuadrón tuvo buenas relaciones con sus primeros instructores, que resultaron ser mujeres, en EU se les conocía como WASP (avispas)  ya que buena parte del personal masculino estaba en la guerra.

                          Una bomba decorada con mensajitos para los japoneses

A principio de 1945 y unos meses antes de terminar su entrenamiento, fue nombrado oficialmente como el escuadrón de pelea 201 de la fuerza aerea expedicionaria mexicana (FAEM) y con ellos nació la aviación militar en el país. El entrenamiento del escuadrón concluyó en marzo, y a finales de ese mes partieron rumbo a la guerra. Originalmente el plan era que irían a Europa donde peleaban los brasileños y argentinos desde hacia ya tiempo, pero para esas fechas, ya se había inclinado la balanza completamente al lado aliado y se decidió que mejor apoyaran en el pacífico, donde los aguerridos japoneses daban un serio dolor de cabeza a los aliados. Concretamente se envío el escuadrón a Filipinas, donde se estaba peleando por la liberación del archipiélago. También influyó que los gringos querían tener elementos que hablaran español ya que Filipinas tenía muchos habitantes que hablaban español. De hecho hicieron buenas relaciones con los habitantes.

Así que a finales de marzo, cerca de 300 personas entre pilotos, personal de tierra y  mecánicos partieron rumbo a Filipinas en barco. La travesía duró más de un mes y debió ser muy tensa ya que siempre estuvo latente el peligro de que el barco fuera atacado. Por fin el 30 de abril desembarcaron en Filipinas y se establecieron en Porac, no muy lejos de Manila. Fueron integrados a la quinta fuerza aérea de los estados unidos en una división integrada por otros tres escuadrones americanos. El 201 se regía independientemente, pero debía seguir todos los protocolos de las fuerzas estadounidenses.

La actividad del 201 fue breve, alrededor de 3 meses, pero muy intensa. Tuvieron más actividad que el resto de los escuadrones de su división, siendo además los que más adversidades pasaron, pero siempre mostraron las cualidades más notorias del mexicano aunque tristemente están muy aletargadas desde hace mucho tiempo, la inventiva, la determinación, y el buen humor. Y es que empezaron con el pie izquierdo.  Aunque en teoría, el escuadrón fue entrenado para usar uno de los mejores aviones de la segunda guerra, el p-47 Thunderbolt, un caza muy robusto que le daba buenas oportunidades de supervivencia a los pilotos aunque exigía mucho también para mantenerse estable, los aviones que se le habían asignado al escuadrón tardaron mucho en llegarles, por lo que tuvieron que volar con "las sobras" de los thunderbolts de los demás escuadrones, ya el simple hecho de volar en uno de estos aparatos era un riesgo, no se sabía como se comportarían los desgastados aparatos, los mecánicos hicieron de todo para que pudieran funcionar. Hubo varios accidentes causados por fallas de estos aparatos inclusive mortales.

Otro detalle fue lo peligroso de las misiones que se le asignaban. Y el mayor peligro no residía en los japoneses, sino en el ambiente en sí, ya que tenían que volar largas distancias para cubrir sus objetivos, en ocasiones hasta 7 horas de vuelo, por si fuera poco sobre el mar a baja altura, (los que saben de aviación dicen que eso es peligroso), además de que el thunderbolt, fiel al espíritu americano era grande, fuerte y muy gastador de combustible, por lo que siempre se viajaba con el factor crítico de quedarse sin él y cualquier error de ruta o extravío, significaba caer al mar o en alguna de las muchas islas del archipiélago varias de las cuales (al inicio de las operaciones del escuadrón 201) estaban en manos japonesas.

A pesar de todo esto, tuvieron mucha actividad, cerca de 60 misiones asignadas con reporte de éxito en 50 de ellas. Al inicio las misiones consistían en brindar apoyo a tierra destruyendo objetivos japoneses regados en las distintas islas. Sin embargo, y gracias a la inventiva y determinación de los pilotos, comenzaron a cumplir misiones de bombardeo en picada, lo cual no había sido posible porque la división donde estaba el 201 no tenía aviones para estas tareas, y hacerlo con el Thunderbolt era algo así como jugar billar con un bate de beisbol como taco, pero lo pudieron hacer, empleando una maniobra que aunque suena sencilla nomas de pensarlo tiemblan las piernas, ideada por el piloto Carlos Garduño, que consistía en momentos antes de hacer la picada, elevarse y dejar caer el avión con la nariz hacia abajo casi en caída libre para alinearse con el blanco, soltar las bombas y hacer que una mole de mas de 5 toneladas, cayendo a casi 800 km/h remonte el vuelo a solo unos 400 metros del suelo (para darle sabor al asunto, en aviones desgastados). El éxito de esta maniobra sorprendió a propios y extraños,  ganándose la atención de los demás escuadrones.

                                         El escuadrón en una misión

Sin embargo la adversidad no se retiró del escuadrón  que a pesar de todo no perdía el buen humor (era de lo que más les extrañaba a los gringos), ya que cuando por fin, a mediados de junio les llegaron sus aviones nuevos, y en los que irónicamente sufrieron más bajas, y peor aún, no fueron en combate.

Lo que pasó es que los aviones tenían que traerse volando desde zonas lejanas, lo que significaba muchas horas de vuelo, en un mar que había entrado en temporada de tormentas, por lo que la naturaleza se encargó de diezmar al escuadrón, que perdió a varios de los pilotos más experimentados, y al no contar con una cadena de suplentes efectiva, se decidió dejar al escuadrón en Filipinas, cuando ya se había decretado el avance a Okinawa, para continuar con la siguiente fase de la guerra, la invasión a Japón.

                       Una “decoración” para el campamento, un ala de un avión japonés

El escuadrón comenzó a tomar la tarea de instructores para pilotos nuevos, aunque aún así llegaron a hacer algunas pocas misiones más. Desde mediados de agosto el escuadrón ya no vio actividad, ya que estando en espera de los nuevos integrantes, llegó el 2 de septiembre, fecha en que Japón se rindió, ante los horrores vividos los días 6 y 9 de agosto en Hiroshima y Nagasaki.

Tras esto, en octubre el escuadrón entregó los aviones al ejército estadounidense y emprendieron el regreso a México, triunfantes tanto a los ojos de los mexicanos como a los ojos gringos, ya que los integrantes recibieron numerosas condecoraciones del ejército estadounidense, y ni que decir del ejército mexicano, así que aunque pequeña, la participación del 201 dejó huella y no fue tan anecdótica.

  

Sin embargo no fue el fin del 201 ya que se instaló oficialmente en el ejército mexicano, y no fue la última vez que trataron a los Thunderbolts, ya que México compró varios de estos aviones como desecho de guerra y se le asignaron al escuadrón. Desde entonces el escuadrón ha tenido un par de participaciones militares breves, una en los 50's en un fugaz y olvidado conflicto que se tuvo con Guatemala y en 1994 con el penoso hecho (por como actuó el gobierno) de la insurreción del EZLN.  Actualmente el escuadrón tiene su base en el D.F. y vuelan aviones Pilatus PC-7, aunque parece que este año estrenarán juguete  con el T-6 Texan II.

                                            Un Thunderbolt conservado

History Channel sacó un documental llamado Escuadrones de Honor, donde cuenta las experiencias de los tres escuadrones de aviones latinoamericanos durante la segunda guerra, anda en el youtube para quien guste echarle un ojo, vale la la pena.

Aún existen varios sobrevivientes de ese valiente grupo de mexicanos, que sin deberla ni temerla, se embarcaron en una peligrosa aventura, que dejó huella en la historia, muy pequeña si se quiere, pero innegable, y que sacó lo mejor del carácter mexicano, hace falta otro grupo de gente como ellos, para sacar al país del lodazal en que está metido en estos días.

                                        Emblema actual del escuadrón