Pastorelas

Un poco tarde porque ya pasó Navidad, pero hoy quiero tocar el tema acerca de otro elemento que existe en la cultura de la temporada navideña en México, que al igual que ocurre con las posadas, se realizan principalmente una semana antes de la Navidad, me refiero a las pastorelas.

Actores de una pastorela

Las pastorelas, como ocurre con la mayoría de las costumbres navideñas, son de origen extranjero, pero han tenido un fuerte arraigo aquí. Básicamente consiste en una representación teatral donde un grupo de pastores al recibir la noticia del nacimiento del Niño Dios, deciden ir a conocerlo y adorarlo, por el camino, serán tentados por Satanás y otros demonios para hacer que olviden su propósito y hacerlos fracasar, durante el desarrollo de la pastorela, pasan diversas situaciones, y al final con la ayuda del arcángel san Miguel, logran vencer las tentaciones y cumplir su objetivo de ir con el Niño Dios.

Los inicios de las pastorelas se remontan a la época de la conquista, a mediados de los 1500, donde para facilitar la tarea evangelizadora de los indígenas del nuevo mundo, varios grupos de frailes comenzaron a representar aquí, historias mediavales del nacimiento de Jesús, rápidamente y como hicieron con muchos temas de la iglesia, los frailes permitieron incorporar algunos elementos propios de la cultura indígena para facilitar el asimilamiento y la aceptación por parte de los autóctonos a las enseñanzas cristianas que estaban predicando, así las historias del nacimiento de Jesús tomaron un aire más local, incluso, las vestimentas de los pastores pasaron a ser las que usaban los indígenas de cada zona.

Los pastores siendo aconsejados por el árcangel Miguel

Así pasó tiempo, hasta que desde el siglo XIX, las aventuras de los pastores en la búsqueda del niño Dios, comenzaron a tomar un tinte más casual y menos solemne, ya que se incluían menciones de temas cotidianos y propios de cada época. Esto se fue incrementado al grado de que hoy en día, en muchas pastorelas se incorporan muchos elementos de la vida diaria, (no me extraña que en este año, en alguna pastorela alguno de los aventureros pastores, hubiera pedido un tiempo para actualizar su facebook o twitter), pero además, dependiendo el tipo de público al que va dirigido la pastorela,  se agregan muchos elementos de crítica social  y política (es muy común que uno de los demonios que ayudan a Satanás coincidentemente se llame como un político en turno) , muchas veces cargados de un humor ácido (como el que a mí me gusta), y de los piadosos relatos originales de hace 500 años, solo el recuerdo queda, aunque eso sí, el propósito de ir en búsqueda del niño Jesús, los tropezones que les ponen los diablos, y la victoria final sobre estos se mantiene, así como el vestir a los pastorelas con las vestimentas típicas de la zona.

Los diablos maquinando como arruinar la búsqueda de los pastores

Espero esta tradición se mantenga, tan propia de México y de buena parte de América latina.