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sábado, 19 de septiembre de 2015

Extractos



 ...llegué a la abadía de Northshire cerca del pueblo de Goldshire, no tenía ni una semana que había terminado mi entrenamiento de novicio en la orden y sabía que podía hacer mucho por reconstruir los reinos del este, para así poder honrar la memoria del gran Uther e intentar lavar la gran mancha que dejó en la orden de los paladines el traidor Arthas, cuando me presenté ante el capitán de la guardia que custodeba la abadía, note un tono un tanto burlón en su mirada, pero me indicó que el abad me esperaba en el interior para indicarme mis primeras tareas.

-Adelante hijo mío, acercate-, me dijo el sacerdote, ya entrado en canas, pero aún se veía que la luz brillaba fuerte en él.

-Novicio Cidroq a sus servicios padre-, le dije mientras me arrodillaba ante él y le besaba la mano, costumbre que no me gusta, pero que muchas veces me obligaron a respetar en la orden.

-Arriba hijo mío, no son necesarias estas formalidades en el mundo real, porque para eso estas aquí ¿verdad?, para salvar al mundo,  lo veo en tu mirada-.

Pensé que se burlaba de mí como el capitán, pero su voz sonó más sincera, así que no le dí mayor importancia.

-Necesito que auxilies a las buenas personas que viven cerca de la abadía, al principio serán tareas que te pareceran inútiles, pero creeme te servirán para que puedas seguir con tu entrenamiento elemental, mientras no este satisfecho con el manejo de los efectos de la luz sobre tu cuerpo, no te permitiré realizar tareas más peligrosas, ¿fui claro?-.

Me sorprendió el tono amable pero enérgico del sacerdote, no aparentaba tener esa energía interna, así que motivado por sus palabras le constesté:

-Completamente padre, pongo mi mazo y mi voluntad a su servicio-. 

-Excelente, llévale este pergamino al capitán y que la luz te acompañe, ven a verme al terminar el día, que la luz te proteja hijo mío-.

Cuando me bendijo, sentí de inmediato los efectos de la luz en mi cuerpo, el cansancio del viaje desaparecio y mi mazo se volvió mucho más ligero, tanto los sacerdotes como los paladines debemos nuestra fuerza a la bendita luz, solo que ellos la usan más para cuidar y proteger a las personas, y nosotros para eliminar las amenazas que las aflijen.

Le di las gracias al reverendo y me presenté ante el capitán, le di el pergamino y tras leerlo, me dirigio la mirada, esta vez sin burlarse, y me dijo:

- La guardia real, bajo la recomendación del abad, te acepta formalmente como miembro honorario, tu deber desde ahora es proteger y salvaguardar a los ciudadanos leales a Stormwind, tu vida ha dejado de pertenecerte, ahora es del rey y el dispondrá de ella como mejor le convenga-.

-Entendido señor-, le respondí, aunque era un discurso muy formal, la última parte tenía algo de vacío, ya que el rey estaba perdido desde hacía ya varios meses.

-Tu primera tarea será auyentar a esas pestes kobolds que cada vez se acercan más a los pobladores del norte de la abadía, ya no solo infectan con su presencia la mina abandonada, ya ponen en riesgo las vidas de los ciudadanos, estas autorizado a usar fuerza letal si es necesario.-

 Hice un saludo militar al capitán y me dirijí al norte, empuñando fuerte mi mazo y con el corazón acelerado, era la primera vez que me enfrentaría a un enemigo real de la luz, recordando mi entrenamiento, antes de llegar a la zona reportada, medité un poco, imploré la protección y fuerza de la luz, y tras unos segundos, sus efectos llenaron mi cuerpo, mi ansiedad se fue, mi mente se centró en escuchar mejor los mensajes de mi cuerpo, y mis brazos sentían esa fuerza especial que la luz les proporcionaba; empuñé con fuerza mi mazo y  me dirijí hacia el primer grupo de kobolds que vi,  que estaban destrozando un carruaje que de seguro dejaron abandonado unos granjeros al escapar de estas pestes.......


Fragmento de unas crónicas de un paladín encontradas en un cuartel de la alianza abandonado.


Bien, esta entrada un tanto extraña se debe a que adicional a la celebración que se hace normalmente en el cuchitril en este mes, por esta ocasión merece hacerse una extra, ya que en este año y alrededor de estas fechas (semanas más semanas menos) se cumplen 10 años de la creación de Cidroq, en el videojuego World of Warcraft (que por cierto sigue vivo este juego), así que considero que vale la pena dejar constancia de ello, y pues que mejor que contar los inicios de este paladín.

Feliz cumpleaños Cidroq.
















7 comentarios:

  1. Como diría un español..."¡Enhorabuena!" por una fecha tan importante para ti, que los ritos son necesarios como bien dijo el Principito de Antoine de Saint- Exupéry.

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    1. Gracias Elwin, parece mentira que ya haya pasado tanto tiempo

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  2. ¿Y qué pasó entonces? ¿Se cargaron a los kobolds? ¿O por el contrario, los kobolds se merendaron a Cidroq...?

    Un... momento...

    (Muchas felicitaciones por el aniversario).

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    1. Jeje, gracias guillermo, pues se puede intuir un poco que paso al leer el titulo del blog, lo cierto es que quise hacer algo diferente, igual algun dia cuento mas de la historia.

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  3. Ajales Cid muy buena entrada, me agrado el relato y como dices vaya que ha pasado el tiempo, semanas mas y Bonus cumple sus 10 años también, aunque el real mucho más jajaj

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    1. Que bueno que ya pudiste volver a darte una vuelta por aquí, y si mano, ya estas viejo, según yo, el bonus ya cumplio sus 10 años también, no pasó mucho tiempo de que empecé a jugar a que cayeran los paracaidístas.

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  4. Jajaja torpe, tu tuviste la culpa insistiendo y luego no querias ya. Lastima que la etapa wow acabo, pero un dejo de nostalgia siempre que lo recuerdo

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