A los padres

El domingo pasado fue día del padre, y si bien es un día de celebración y ajetreo, aún dista mucho de todo lo que envuelve al día de la madre. En estos tiempos de corrección política y ensalzamiento extremo del feminismo, se ha relegado un poco el papel del padre, cuantas veces escuchamos las alabanzas y reconocimientos (muy merecidos por cierto), de  casos de valientes mujeres que han tenido que hacer las funciones de padre en la familia, pero lo casos en donde se celebra que un hombre es el que tiene que cumplir con los dos papeles, son ínfimos en comparación, y es probable que no pase de un ¡meh !, bien por ti, ¿por qué es valorado en forma tan distinta una hazaña tan loable en ambos casos?

Supongo que así se ha ido labrando en la sociedad este asunto, es por descontado que los hombres que se esfuerzan y sacrifican por sus familias, deben de permanecer en el anonimato, basta con citar el caso de cuando una pareja anuncia que está esperando bebé, las felicitaciones y muestras de cariño van más o menos distribuidas en un 70-30. También por costumbre está la suposición de que los padres deben ser más fríos, no mostrar los sentimientos hacia los hijos y tener que ser los que deben de imponer las medidas disciplinarias en los hijos, dejando a la madre como la defensora y la que los consuela del "malvado ogro" (afortunadamente gracias a mi esposa, yo no sufro casi de este último punto),

El amor de madre es un sol, una luz deslumbrante y cuyo calor a veces recala en los hijos (cuantos no "sufrimos" el agobio de nuestras madres), el amor del padre en este caso podría ser la luna, (si bien, debería ser cálido también), una luz que aunque en apariencia no es tan imponente como la del sol, si se sabe buscar, está allí cuando el sol no puede ayudarnos, cuando su luz no llega, nos ilumina y nos guía en los momentos de aparente oscuridad, y al igual que la madre también es incondicional.

Un buen padre (es cierto que hay individuos que denigran esta noble labor de un hombre) también hace muchos sacrificios, una vez más, no tan evidentes y dramáticos, pero cuantos hay que se pasan todo el día en el trabajo, aguantando cosas que a veces hasta la propia pareja ignora, todo con el fin de que su familia esté bien, las veces que el cuerpo te pide a gritos descansar y prefieres sacrificar ese tiempo de descanso para pasar con la familia, igual con el cada vez más escaso tiempo libre que tiene uno, se supone que todo individuo debe tener tiempo para sí mismo, pero es mejor dedicárselo a tu familia.

En fin, como padre que soy, espero que todos aquellos que tenga hijos y que se identifiquen con estas líneas, sepan que tienen mi reconocimiento y admiración, a los que aún no los tengan, espero que con esto valoren un poco a sus propios padres si aún los tienen consigo, que limen asperezas si las tienen con ellos, que al igual que nuestra madre, han sufrido penurias y sacrificios, pero de forma mucho más callada y anónima, a los que ya no los tienen a su lado, que los honren y tengan gratos recuerdos.

En fin, feliz día del padre, y muchas gracias por todo papá.